Muchos han sido los intentos por escribir la verdadera historia de Vergara; frecuentemente se han lanzado tímidamente a escudriñar los anaqueles de la historia en busca del más pequeño de los indicios que nos lleven a descubrir la vida de tan hermoso territorio vergarense.
Uno de esos intentos lo realizó el Padre Peregrino Pérez, oriundo de la vereda de Guatama. Hemos tratado de recopilar algunos de sus escritos en busca de tan preciado tesoro.
Dice el Padre Peregrino: “ A mediados del siglo XVIII los inmigrantes españoles Juan del Busto y Pedro de Serrato, venidos de las provincias de Vizcaya y Murcia, acompañados de religiosos Agustinos, buscaron para instalarse una de las estribaciones occidentales de la cordillera Andina dotada de altos picos y valles exuberantes y a la par de ricas minas de cloruro de sodio, carbón, cobre. hierro, cuarzo, mica, cobalto, mármol y esmeraldas.
En las mesetas llamadas hoy Flandes, Periquito, Pinzaima, El Tigre y La Meseta, se instalaron respectivamente los inmigrantes que eran varios y con los Agustinos construyeron edificaciones en medio de la selva, que más tarde fueron destruidas por un voraz incendio provocado por los naturales, lo abrupto del terreno obligó a su retiro de la región, quedando tan solo una ermita sobre las márgenes del río Vitagaima, en donde se veneraba una pequeña estatua de Nuestra Señora del Rosario. En los alrededores de las casas principales de la hoy desbastada Hacienda de Pinzaima, se encuentran cimientos de la extinguida población en el sitio que hoy ocupa la propiedad de Deogracias Patacón. Desaparecido el pueblo de Pinzaima, los acaudalados señores del Busto y Gauna, Serrato, Ramírez y Ortiz, que tenían el privilegio especial sobre las circunvecinas parroquias de El Peñón, La Peña y Nimaima, de ser esperados por el sacerdote para la misa de precepto hasta las doce del día, pues nunca se sabía a qué iglesia concurrirían.
Vergara pertenece a la Región natural del Gualivá, en conjunto con los municipios de Nocaima, la Vega, Sasaima, Nimaima, San Francisco, Supatá, Utica, y Villeta..
El 82% del territorio del municipio de Vergara es montañoso y quebrado; sus montañas pertenecen a la Cordillera Oriental de los Andes; en la región aledaña al río Pinzaima en la llamada Meseta de Pinzaima, parte de la vereda de Córcega, el Cajón y la meseta, presenta estructuras medianamente planas y de mínima extensión. El casco urbano se asienta sobre una colina que termina en las riberas del río Pinzaima. Presenta algunas alturas, siendo la principal, el llamado Cerro de Teresa o Sautatumí, siendo el promontorio que domina la región. El cerro de Guayoque en la cordillera del mismo nombre y que sirve de límite con El Peñón. El cerro de La Pita, antiguamente llamado Guacamayas, el cerro de Porta grande que sirve de límite con el municipio de Nocaima en la vereda de La montaña.
Vergara posee variedad de fauna y flora. Dentro de la fauna se destacan diversidad de pájaros y reptiles. El municipio de Vergara posee innumerables fuentes de agua que le permiten una completa Irrigación que beneficia el desarrollo de la vida humana, animal y vegetal en todo el Territorio. Las cuencas hidrográficas son unidades geográficas que tienen importancia, porque de su buen uso dependerá el desarrollo de una región. En relación del estatuto del Municipio de Vergara se subdivide en áreas conjuntas de Manejo que tienen influencia directa en la zona. Los sistemas ambientales de Vergara pertenecen a la hoya hidrográfica del Río Negro y Cuenca Río Pinzaima. Hace parte de los sistemas ambientales el Cerro de Teresa y las siguientes microcuencas: Río Seco, Tolomo, Río Pinzaima, Río Conde, Quebrada El Palmar, Quebrada Salsipuedes, quebrada El Tigre, con todas sus afluentes y nacimientos.
En el municipio predominan los cultivos de Caña panelera y Café. Como secundarios sobresalen el maíz, el plátano, frutales (especialmente los cítricos), yuca y hortalizas ( tomate, habichuela, etc.) y pastos.
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