Cali (oficialmente, Santiago de Cali) es la capital del departamento de Valle del Cauca y la tercera ciudad más poblada del país, después de Bogotá y Medellín
Como capital departamental, alberga las sedes de la Gobernación del Valle del Cauca, la Asamblea Departamental, el Tribunal Departamental, la Fiscalía General, Instituciones y Organismos del Estado, también es la sede de empresas oficiales como la municipal EMCALI.
Santiago de Cali fue fundada en 1536 y aunque es una de las ciudades más antiguas de América, solamente hasta la década de 1930 se aceleró su desarrollo hasta convertirse en uno de los principales centros económicos e industriales del país y el principal centro urbano, cultural, económico, industrial y agrario del suroccidente colombiano.
La ciudad tiene un nombre compuesto a la usanza de casi todas las fundaciones españolas en América. Santiago (uno de los nombres más difundidos en el continente gracias a las devociones de Santiago de Compostela en España), hace honor al Apóstol Santiago. Cali se funda un 25 de julio, día en que se celebra la fecha del Apóstol Santiago, patrono principal de Europa. Por eso se le da este nombre a la ciudad. El nombre de Cali en cambio tiene varias lecturas: puede provenir del idioma páez Caly (tejido sin agujas) o posiblemente hace alusión a uno de los pueblos indo-americanos o al nombre que daba a la región y a un río al sur de la ciudad, Lili (en páez, "húmedo"). También se ha pensado que fueron indígenas mexicanos al servicio de los conquistadores quienes dieron el nombre a Cali, del azteca calli ("casa") o posiblemente sea una palabra de origen quechua introducida por los indios Yanaconas que fueron traídos por el fundador Sebastián de Belalcázar desde Ecuador, interpretación respaldada por la existencia de una población indígena de nombre "Cali Cali" en las proximidades de Quito. La etimología más probable es la páez, puesto que varios nombres del Valle del Cauca encuentran su significado en esa lengua, especialmente si se sigue el antiguo diccionario de Eugenio del Castillo y Orozco.
Santiago de Cali es una de las ciudades más antiguas en Colombia y en el continente americano. Su fundación data del año 1536 de manos del conquistador Sebastián de Belalcázar a solo tres años de la fundación de Cartagena de Indias (1533), dos años antes de la fundación de Santa Fe de Bogotá (1538) y a 26 años de la fundación de la primera población hispánica en el continente: Santa María la Antigua del Darién (1510), desaparecida.
Cali y en general la región interandina y del litoral Pacífico del departamento del Valle del Cauca constituyen un área del interés arqueológico de la época precolombina. Si bien muchos pueblos amerindios de la región tienen relación directa con las familias caribes, también se analiza la probabilidad de antiguas incursiones culturales mesoamericanas. Cerca de Cali se encuentran vestigios arqueológicos de la Cultura Calima, pertenecientes a la familia lingüística Caribe.
A la llegada de los españoles, los indios Gorrones habitaban entre los actuales municipios de Roldanillo y Cali el mayor asentamiento gorrón estaba ubicado sobre el río Pescador, cerca de las actuales poblaciones de Zarzal y Bugalagrande. Los Gorrones ejercían el trueque con los Quimbaya que habitaban en el norte del actual departamento del Valle del Cauca y el Eje Cafetero.
En 1534 Sebastián Arley de Belalcázar funda la ciudad de Quito en una expedición enviada por Francisco Pizarro. Posteriormente, en búsqueda de El Dorado, entra al actual territorio colombiano y funda la ciudad de Popayán. Si la dominación del Imperio inca resultó no muy complicada, la caída de los pueblos amerindios de la actual Colombia tampoco resultaría difícil, dada su organización política de confederación de tribus. En su ruta hacia el departamento del Valle del Cauca los españoles pasaron por la región de los Timbas, quienes huyeron dejando atrás su pueblo y sus pertenencias, lo cual significó un botín fácil para los europeos. En su travesía hacia el norte, los conquistadores entraron al territorio del cacique Jamundí cuyo pueblo dominaba la región entre los ríos Pance y Jamundí. Los jamundíes resistieron fuertemente a los invasores, peleando con dardos y flechas envenenadas contra los arcabuces y espadas de los españoles.
Tras la derrota y toma del pueblo Jamundí, los españoles obtuvieron oro, lo que aumentó obviamente su ambición y su coraje de avance hacia el norte. El último eslabón importante de la región lo constituía el aguerrido cacique Petecuy y su pueblo, que se ubicaba entre el río Lilí y la Cordillera Occidental de los Andes. Petecuy enfrentó a los invasores con un gran ejército formado por una confederación de tribus. La batalla definitiva en la que uno de los antiguos soberanos de las Américas cayó ante el dominio europeo, tuvo lugar un Martes Santo del año 1536.
Al contrario de Petecuy y Jamundí, los Gorrones se rindieron fácilmente ante los españoles. Los pueblos amerindios dominados fueron divididos como en todas las nacientes colonias, en las encomiendas y otras estructuras del dominio español. Se inició además el fenómeno del mestizaje con la mezcla entre españoles (que llegaban a las conquistas sin mujeres) y los aborígenes. Posteriormente, con la traída de africanos esclavizados a suelo americano, este proceso tendría dimensiones mayores.
El 25 de julio de 1536 Belalcázar funda Santiago de Cali, inicialmente establecida al norte de la posición actual, cerca de Vijes y Riofrío. Bajo órdenes de Belalcázar el capitán Miguel Muñoz reubicó la ciudad al lugar actual, donde el capellán Fray Santos de Añasco celebró una misa en el lugar hoy ocupado por la Iglesia de la Merced.
Durante la Colonia, Santiago de Cali fue parte de la Gobernación de Popayán, la cual a su vez era parte de la Real Audiencia de Quito y sujeta juridicamente a las disposiciones de la Presidencia de Quito. Aunque Cali fue inicialmente la capital de la Gobernación, en 1540 Belalcázar asigna esta función a Popayán debido al clima templado de esa ciudad.
Hasta el siglo XVIII mucho del presente territorio de Cali estaba ocupado por haciendas. La ciudad era únicamente una pequeña villa en las proximidades del río Cali. Las haciendas eran propiedad de la clase española, quienes tenían numerosos esclavos y dedicaban sus tierras a la ganadería y la siembra de la caña de azúcar. Muchas de estas haciendas darían origen a los actuales barrios, como Cañaveralejo, Chipichape, Pasoancho, Arroyohondo, Cañasgordas, Limonar y Meléndez.
En la época de la Colonia, Cali ocupaba una posición estratégica para el comercio. Su ubicación nuevamente la haría sitio clave en el paso entre las regiones mineras de Antioquia, Chocó y Popayán. En esta época se construyó el primer camino de herradura entre Buenaventura y Cali.
El 3 de julio de 1810 Santiago de Cali proclamó su independencia de la Gobernación de Popayán. Este levantamiento se dio 17 días antes del Grito de Independencia en Santa Fe de Bogotá. Los independentistas buscaron apoyo para su causa y formaron las "Ciudades amigas del Valle del Cauca" que reunía a Cali, Cartago, Toro, Buga, Anserma y Caloto.
El gobernador de Popayán, Miguel Tacón y Rosique, organizó un ejército para controlar los levantamientos. Los patriotas caleños hicieron un llamado de ayuda a la Junta Suprema de Bogotá, la cual envió un contingente para soportar la causa independentista al mando del coronel Antonio Baraya. El 28 de marzo de 1811 en la Batalla del Bajo Palacé, el ejército de Baraya con la ayuda de Atanasio Girardot derrotó a las tropas realistas. El territorio de Cali y la Nueva Granada en general, serán independientes durante la llamada Patria Boba. Para 1815 el rey Fernando VII de España envió un gran ejército bajo el mando del Pacificador Pablo Morillo quien devolvió el poder a la Corona Española.
En 1819 después de que el Libertador Simón Bolívar derrotara al grueso del ejército español en la Batalla de Boyacá, se sucedieron nuevos levantamientos en el Valle del Cauca y los criollos tomaron el control de la región definitivamente. Cali tuvo el honor de recibir al Libertador de América, en 1822 Simón Bolívar pasó por Cali siendo recibido con honores. Con Bolívar ocupado en la guerra, Francisco de Paula Santander toma las riendas del gobierno de la naciente Gran Colombia. La mentalidad progresista de Santander expresada en la separación del estado de la iglesia católica trajo beneficios a Cali como la creación del Colegio Santa Librada en los predios del Convento de San Agustín. Tras un segundo viaje al Perú, Bolívar regresa y pasa por Cali en 1829 donde es recibido con alborozo.
La economía de la región Vallecaucana estaba basada en la hacienda, en los centros urbanos como Cali la economía no había tomado auge. En 1830 Cali estaba conformada por los barrios: La Merced, Santa Rosa, San Nicolás y Santa Librada.
En 1832 Santander es designado presidente de la República de la Nueva Granada. Una nueva constitución le da autonomía a las provincias y Santander logra un mandato exitoso en el campo político y económico. En 1835 la Gobernación de Popayán se dividió en las provincias de Buenaventura, Cauca y Popayán; Cali quedo adscrita a la provincia de Buenaventura. Este año se inician los trabajos del Puente Ortiz, que unificaría la ciudad y serviría para desarrollar el norte de la misma.
Como sucesor de Santander el congreso designa a José Ignacio de Márquez, quien enfrenta rebeliones en el sur del país lideradas por José María Obando. En 1841 Obando incita la rebelión de esclavos en el sur del Valle del Cauca, y forma un ejército de guerrillas que termina tomándose Cali y sembrando el terror en los territorios entre Cali y Popayán. Ya para 1843, ante la inestabilidad que trajeron las guerrillas seguidoras de Obando, el gobierno central asigna al general Eusebio Borrero la tarea de controlar los insurgentes, tarea en la que éste militar no tuvo éxito. El cese de hostilidades en la región fue lograda por Pedro Alcántara Herrán, sucesor de José Ignacio de Márquez.
Con una nueva constitución en 1845, el general Tomás Cipriano Mosquera es designado como sucesor de Alcántara Herrán. El mandato de Mosquera trajo prosperidad al país, en Cali se dio impulso a la educación trayendo profesores educados en Europa, al Colegio Santa Librada.
Posteriormente a la Guerra de los Supremos se formarán los partidos, José Hilario López es designado como sucesor de Mosquera en 1849, quien a pesar de condiciones adversas obtiene importantes logros como la total abolición de la esclavitud, lo que significó el fin de las haciendas en el Valle del Cauca. La mano suave de López permite la formación de grupos de bandoleros que trajeron inestabilidad y caos, imposibilitando el resurgir de la actividad económica.
Para 1850 se inicia la construcción del camino entre Cali y Buenaventura, una necesidad primaria para una región tan aislada como Cali.
Después de un periodo de inestabilidad política, en 1855 el caleño Manuel María Mallarino, como vicepresidente, reemplaza a José María Obando ante su destitución por el Senado. Con Mallarino llega un periodo de relativa calma y auge de la economía del Valle del Cauca con un aumento de las exportaciones de tabaco, quinina, oro y café.
De la Confederación Granadina se puede decir que la guerra civil dejó a la ciudad en una profunda crisis económica, aunque vale resaltar que en 1860 el ingenio La Manuelita fue modernizado, liderando el posterior desarrollo de la industria azucarera del Valle del Cauca.
Los problemas de gobierno durante el inicio de los Estados Unidos de Colombia (1866) trajeron consecuencias negativas a Cali y el Valle. El golpe de estado de Santos Acosta conllevó a la interrupción por varios años de las obras del camino Cali-Buenaventura, lo que trajo un retraso al desarrollo económico de la ciudad y la región.
En cuanto a infraestructura, en 1869, después de cuatro años en su planeamiento se empiezan las obras del camino entre Cali y Palmira. El paso sobre el río Cauca fue hecho con una lancha por cable. En 1870 se plantea la construcción del acueducto municipal de Cali, obras que se concluirían casi 30 años más tarde. Con Manuel Murillo Toro en la presidencia, en 1872 se firma con la Compañía Minera y Constructora del Valle del Cauca el contrato para la construcción del Ferrocarril del Pacífico. También en el mandato de Murillo Toro llega el telégrafo a Cali el 11 de febrero de 1873. La economía de la región empieza a prosperar.
Durante el gobierno de Aquileo Parra, en 1875 la depresión económica y la guerra civil, causa estragos en la economía del Valle del Cauca. El 24 de diciembre de 1876 Cali es tomada y saqueada por un grupo bandolero conformado mayoritariamente por afroamericanos, posteriormente una plaga de langostas arruina los cultivos y un periodo de sequía seguido de un invierno intenso, arruina la agricultura de la región trayendo una hambruna. El periodo de mando de Parra es terminado por el general Sergio Camargo. Para la región Vallecaucana se da la firma de un contrato con el ingeniero cubano Francisco J. Cisneros para la construcción del Ferrocarril del Pacífico.
La guerra civil estalla con gran intensidad en 1885, bajo la presidencia de Rafael Núñez, las ciudades de Cali y Buenaventura habían caído en manos rebeldes y son recuperadas por el general Juan Eleuterio Ulloa. Tras la derrota de los rebeldes, Núñez establece la Constitución de Colombia de 1886.
En 1887 se inicia la navegación en botes propulsados por vapor en el río Cauca, idea que había empezado a planearse más de 15 años atrás. Ya para finales del siglo, la ciudad finalmente tiene acueducto tras 30 años desde el inicio de su planificación.
La Guerra de los Mil Días fue contraproducente para el desarrollo de la ciudad como para el resto del país y trajo una recesión económica y paralización de las obras de progreso.
Hasta el comienzo del siglo XX Cali fue únicamente una pequeña villa, comparada con otras ciudades colombianas, que dependía política y económicamente de Popayán. El 26 de octubre de 1910, la ciudad ve por primera vez la luz eléctrica, con la iluminación de la Plaza de Caycedo. En 1911 con 28.000 habitantes, Cali se convirtió en la capital del naciente departamento del Valle del Cauca, el cual se escindió del Cauca. Para este tiempo la región vallecaucana estaba intensamente cultivada y su futuro como proveedor agrícola parecía seguro. Sin embargo no había carreteras que conectaran al Valle del Cauca con el resto del país, lo que mantenía aislada a la región.
En 1928 la ciudad estaba conformada por los barrios San Antonio, El Centro, El Vallado, El Pueblo, La Loma de la Cruz y la Loma de las Mesas. Hasta antes de la década de 1930, la gente de la ciudad debía de abastecerse de agua usando 11 pilas, entre las que se destacan las del Crespo y del Peñón. El 31 de diciembre de 1930, después de 14 años de planificación, se inaugura el primer acueducto moderno de la ciudad: San Antonio. Solamente un año después fueron creadas las Empresas Públicas Municipales de Cali (EMCALI).
Para la década de 1950 Cali (entonces con 240.000 habitantes) se había embarcado plenamente en un plan de industrialización con capital extranjero. Una página negra de la historia caleña se dio el 7 de agosto de 1956 cuando cientos de personas murieron al explotar 7 camiones cargados de explosivos para el ejército, los cuales estaban estacionados irresponsablemente en medio del área urbana.
Un evento memorable para la Cali del siglo XX lo constituyó la celebración en la ciudad de los Juegos Panamericanos en su versión del año 1971. La preparación de dicho espectáculo deportivo le dio un retoque de desarrollo y embellecimiento al espacio público. Gran parte de la infraestructura deportiva de la ciudad data de esta época.
En 1974 se termina finalmente la Central de Transportes de Cali. Esta obra, además de ser fundamental en una urbe del tamaño de la ciudad, trajo beneficios como la organización de lo que era un caótico tráfico automotor que dificultaba el tránsito por el centro.
Durante las décadas de 1970 y 1990 la ciudad entró, como otras regiones del país, en uno de los capítulos más oscuros de la historia de Colombia: la guerra de las mafias que tuvo a Cali como centro de uno de los principales grupos: el cartel de Cali. La ciudad quedó literalmente enfrentada al otro grupo: el cartel de Medellín, lo que deterioró la imagen y el desarrollo de ambas ciudades. La guerra de esta organización contra el cartel de Medellín trajo violencia selectiva y atentados terroristas en las calles de la ciudad. Al igual que Medellín, la ciudad entró en un periodo de crisis cuando el cartel fue combatido y desarticulado por la policía y el gobierno central.
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