Manta

Manta es un municipio de Cundinamarca ubicado en la provincia de Almeidas, se encuentra a 90 km de Bogotá.
Este municipio del departamento de Cundinamarca encierra una corta pero interesante historia en el campo político y cultural de la tradición colombiana.
"Manta", ubicado en el nororiente del departamento, en el lenguaje muisca significa "a vuestra labranza". Está ubicada en la región cundiboyacense conocida como Valle de Tenza. Forma el límite de Cundinamarca con el departamento de Boyacá, al limitar al oriente con el municipio de Guateque. Se le conoce además como "Retazo de cielo en el Valle de Tenza" por ser un remanso de paz, que abre las puertas a sus visitantes.
Manta es fundada el 24 de julio de 1772 por don José Joaquín Pompeya. Los primeros habitantes, indígenas chibchas, se establecieron en la época precolombina, y se asentaron de manera principal en los alrededores de la meseta donde queda ubicado el actual centro urbano, que antiguamente era el albergue de un pequeño lago.
Cuenta la leyenda que de una isla que quedaba en el centro, fue avistada la aparición de San Joaquín, nombre que recibiría la Iglesia. Los indígenas fueron desplazados en la época de la Coquista española al municipio vecino de Tibirita. De allí, algunos mestizos se quedaron junto a los nuevos españoles residentes para conformar su población. El área que conforma el territorio sobre el que se fundaría el municipio, fue creado a partir del área denominada Manta Grande, y una porción de terreno que abarcaba el antiguo municipio de Guateque.
A comienzos del Siglo XX, Manta no quedó exenta de la violencia política que afectó al país, y durante varios años fue escenario geopolítico de guerra entre los partidos tradicionales. En sus caminos todavía se puede apreciar algunas trincheras que con el pasar del tiempo se han colmado de pequeña vegetación. Manta, es conocida históricamente por ser la posible cuna de nacimiento del gran político liberal Jorge Eliécer Gaitán, hijo de una maestra que por entonces ejercía sus labores de docencia en una vereda cercana al casco urbano (Peñas).
Algunos mitos y leyendas han sido formadas por la basta tradición oral de los habitantes de este pueblo. Así, se cuenta entre sus inumerables historias las de los "mohanes", legendarios duendes de fuentes acuáticas que en las épocas de lluvias arrazan con propiedades y arrastran sus tesoros bajo la tierra del Río Aguacías. También se menciona la tradición del "cucacúi", brujo de andanzas nocturnas que transportado en una caña de castilla, ronda el municipio en busca de un lugar donde habitar. Su manera de asustar a la gente es haciendo silbidos en el silencio de la noche, que antes del amanecer debe buscar refugio en los calderos de las enramadas (lugares donde se procesa la miel de la caña de azúcar). Son igualmente conocidas las historias de brujas que se convierten en aves nocturnas y rondan por el espacio aéreo del lugar.