Dos paisas conversan y uno le dice al otro:
- Hermano , mire que voy a pedir la mano de mi novia pero, no se si los suegros me vayan a aceptar. ¡Ya sé! Acompáñeme y cada cosa que yo diga usted la exagera.
Dicho y hecho, llego la noche y se fue el tipo con su amigo a pedir la mano de su novia. Llegan a la casa de los suegros y después de la cena, el suegro le pregunta al novio de su hija:
-¿Bueno, y usted tiene carro?
- Sí, por ahí tengo un carrito.
A esta frase el amigo agrega:
-¿Un carrito? Si lo que tiene es un Mercedes y un BMW de este año.
El suegro muy contento pregunta:
-¿Y tiene tierras?
-Sí, señor, tengo un lotecito.
-¿Un lotecito? -responde el amigo-. Hermano, no sea modesto. Cuénteles de las haciendas y las propiedades que tiene en la Costa.
Los suegros están muertos de la dicha, con tremendo yerno, y preguntan:
- Bueno, bueno. ¿Y usted como esta de salud?
- Pues... bien. -responde el novio- Por ahí tengo una gripita.
-¿Una gripita? -responde el amigo-. Si lo que tiene es una tuberculosis.
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