La actriz Andrea Guzmán, que no se ha apartado del todo de la televisión nacional, quiere recuperar su popularidad en la pantalla y volver a protagonizar.
Se fue con la idea de aprender inglés, explotar su faceta como pintora y hacer, por un tiempo, de ama de casa. Según ella, ya domina el inglés, aunque "no como para decir que es mi segunda lengua", aclara.
Antes de radicarse en Londres, Guzmán había hecho el personaje de Melany, en La ex, de Caracol, y a los pocos meses de haber viajado el productor Dago García la buscó para la película La captura.
Recién nació su hija, la buscaron para trabajar en Las muñecas de la mafia y se sintió feliz porque seguía vigente entre los directores de casting. Le hablaron de Noelia, la mujer sensual de un narcotraficante que se deja golpear y maltratar; pero que, paradójicamente, tiene un carácter fuerte y lo enfrenta.
A Guzmán le gustó el perfil, pero tuvo que ponerse a hacer ejercicio para recuperar la figura que la ha caracterizado.
"Después del embarazo, uno siempre queda maltratado y yo no estaba en condiciones de ponerme a mostrar piel, así que me tocó sudar la gota para recuperar otra vez la forma", dice.
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