Erika Botero

A sus 22 años, ha trabajado para varias marcas de ropa íntima y trajes de baño y no falla a las principales ferias de moda Colombiamoda y Colombiatex donde corta la respiración con su presencia, pues además de belleza, Érika es imponente y segura en pasarela.
Y pensar que llegó al modelaje sustituyendo a una amiga, siendo aún muy jovencita y por fortuna, se quedó. Ahora sabe que esto es lo suyo. Ama la moda, el buen gusto y lucir siempre perfecta: “Me gusta verme hermosa. Me cuido las uñas y el pelo”. Y es que precisamente su tono de cabello, creación divina y no fruto del tinte, es uno de sus principales atractivos.
La monita, como le dicen sus admiradores se aplica tratamientos cada semana para mantener su blonda cabellera. Además, no falta a la cámara de bronceo, sobre todo cuando se acercan desfiles o fotos. Confiesa que por su cuerpo el bisturí ha pasado sólo en una ocasión, en una cirugía para agrandar el busto.
Érika cuenta que le tiene pánico a volverse gorda, porque sabe que sería el fin de su profesión. Por tal motivo, pasa al menos cuatro horas en el gimnasio, en manos de un entrenador personal que se encarga de tenerla bella para su público.