28 jun 2011

Pedro Nel Ospina

Nacido en Bogotá, el 18 de septiembre de 1858, muerto en Medellín, el 1 de julio de 1927.
Presidente de la República en el período 1922-1926, hijo del tercer matrimonio de Mariano Ospina Rodríguez, quien fuera presidente de la Confederación Granadina entre 1857 y 1861, y de doña Enriqueta Vázquez Jaramillo, Pedro Nel Ignacio Tomás de Villanueva Ospina Vázquez nació en el Palacio de San Carlos, y sus hermanos fueron Tulio y Mariano Ospina Vásquez.
Tras el derrocamiento de su padre Mariano Ospina, en 1861, por el general Tomás Cipriano de Mosquera, quien lo condenó a una muerte de la que pudo escapar cuando estaba cautivo en Cartagena, gracias a la ayuda de su esposa; la familia Ospina Vásquez se exilió en Guatemala, donde Pedro Nel inició sus primeros estudios, en el Colegio San Ignacio de los jesuitas. Allí fue compañero del que después sería monseñor Muñoz, visitador nacional de las misiones en Colombia, cuando fue desterrado de Guatemala y Pedro Nel era presidente de Colombia.
La familia regresó a Medellín en 1871, y Pedro Nel entró a estudiar en la Universidad de Antioquia inicialmente literatura y luego medicina por tres años, siendo rector Berrío. Interrumpió los estudios por la guerra de 1876, y marchó al Cauca como jefe de la llamada compañía El Vencedor. Participó en la célebre batalla de Los Chancos, luego en la de Garrapata y El Arenillo, y nombrado secretario del Estado Mayor del general Marceliano Vélez, entró vencedor en Manizales y después en Antioquia.
Terminada la guerra quedó un clima de hostigamiento partidista que lo hizo viajar en 1877 a Estados Unidos, en compañía de su hermano Tulio, donde se graduó como ingeniero de Minas de la Universidad de Berkeley, California. Viajó por Europa para profundizar sus estudios y conocer el avance industrial; estuvo en las minas de plata de Freiberg (Alemania) y en el Instituto de Química Analítica de París.
En 1882 regresó a Colombia, y se dedicó a sus negocios particulares en tierras y minas; con su hermano Tulio abrió una fundación en Medellín. Durante la guerra civil de 1885, como jefe del Estado Mayor de la Cuarta División, fue enviado a Estados Unidos a comprar armas. A su regreso, dirigió el consejo de guerra verbal contra Prestán, el rebelde incendiario de Panamá. Rafael Núñez le ofreció desde Cartagena el cargo de agente fiscal de Colombia en Londres para conseguir empréstitos para la Nación, pero Ospina lo rechazó; en su reemplazo fue nombrado Rafael Reyes. Ospina y Reyes se tropezarán muchas veces en el camino de su vida pública. Pedro Nel Ospina fue profesor de inglés en el Colegio de Santo Tomás; en 1886 se hizo socio de la Compañía de Instalaciones Eléctricas; en 1887 fue nombrado rector de la Escuela de Minas de Medellín, cargo que dejó por ir a Guatemala año y medio; a su regreso, en 1894, fue gerente de la Ferrería de Amagá, enseñó el cultivo científico del café y mejoró los sistemas de regadío.
En 1890 fue por primera vez a la Asamblea de Antioquia; desde joven se destacó en el conservatismo. En el período 1892-1894 fue representante a la Cámara por Antioquia y desde esta posición combatió la administración de Miguel Antonio Caro; sostuvo una polémica con el estadista Carlos Martínez Silva sobre la ley de facultades extraordinarias, y luego combatió la llamada "Ley de los caballos" de 1888. En 1894 fue congresista por Antioquia, y debatió sobre la emisión clandestina del Banco Nacional. Hizo parte de la sociedad literaria El Liceo Antioqueño; fue redactor de El Deber, órgano de la Sociedad Filapolita; y colaboró en varias revistas literarias antioqueñas de finales y principio de siglo, lo mismo que en los diarios La Voz de Antioquia, La Justicia y El Constitucional, con artículos sobre economía y política. En El Montañés publicó "Divina Panacea", poema escrito en Guatemala en 1888 y publicado en 1899, y "Discurso en el concierto celebrado a beneficio del pintor F. A. Cano" (1899).
En 1907 La Miscelánea solicitó a varios personajes nacionales que escribieran sobre "Qué es el decadentismo", entre ellos estaban Pedro Nel y Tulio Ospina, Carlos E. Restrepo y Fidel Cano. Es autor de: "Ah! las mujeres", cuento irónico; "Río arriba", los pensamientos de un viajero que va solo en una canoa; "Por tierras nuestras", descripción de paisajes y personajes colombianos; y de la hermosa descripción de la muerte del Duque de Frisia, gran ejemplar de la raza Holstein. Ospina alternó la política con los negocios, en los que se destacó. Estuvo al frente de la Casa Ospina Hermanos, dirigió la construcción de cuatro empresas de café, y fundó y organizó la hacienda La Carolina, una de las más importantes de Antioquia. Fabricó las primeras despulpadoras de café, ruedas Pelton para la generación de energía y herramientas de labranza; construyó lavaderos y trillos y utilizó nuevos sistemas de riego. Además, participó en la colonización de tierras del San Jorge.
Pedro Nel Ospina entró a la guerra de los Mil Días cuando supo de la derrota conservadora en Peralonso, para defender a su antiguo jefe el general Marceliano Vélez. Con la juventud conservadora de Antioquia organizó la División Ospina, que comandó con su jefe de Estado Mayor, Carlos E. Restrepo. Nombrado general en jefe del Atlántico, reunió bajo su mando a los generales Juan B. Tovar, Víctor Manuel Salazar y Carlos Daníes, entre otros. Se distinguió en la derrota causada a las tropas del general Rafael Uribe Uribe en Corozal y por la dispersión a que obligó a las tropas del general Justo L. Durán cuando trataban de unirse con las tropas del general Uribe cerca de Riohacha. Se retiró por enfermedad y el vicepresidente José Manuel Marroquín lo nombró ministro de Defensa. Desde esta posición, trató de desarrollar políticas para el control de los oficiales, y la organización del ejército.
Más tarde el mismo Marroquín lo detuvo por su presunta participación en la conspiración del 31 de julio de 1901, con su pariente el general Mariano Ospina Chamorro, para tratar de restablecer al depuesto Manuel A. Sanclemente y concertar pactos con los liberales. Cuando fue detenido, denunció la manera como algunos, aprovechando el puesto de mando, traficaban con los pertrechos de guerra para enriquecerse ilícitamente. Tomás Cipriano de Mosquera lo desterró junto con otros ciudadanos; Ospina se exilió en México, Estados Unidos y Europa. Durante esta época diseñó los planos del vapor Antioquia, que navegaría luego por el río Magdalena. Regresó al país en 1902, y nuevamente se dedicó a los negocios particulares. Interesado en la producción e industrialización del algodón, fundó con otros empresarios antioqueños la Fábrica de tejidos de Bello, que fue la primera fábrica colombiana en tener nuevos procedimientos. Simultáneamente, manejó sus modernas propiedades cafeteras y ganaderas.
En 1903 hizo parte de la comisión nombrada por el gobierno colombiano para tratar con el gobierno norteamericano en Panamá sobre la separación del istmo; sin embargo, la comisión, integrada también por Rafael Reyes y Lucas Caballero, fracasó ante la negativa norteamericana de escuchar las demandas colombianas. Volvió a ser senador de la República en el período 1903-1910, y apoyó la candidatura de Carlos E. Restrepo por la Unión Republicana, como conservador histórico que era, y deseoso de llegar a acuerdos con los liberales y de reformar la Constitución de 1886. Ospina no aprobaba los métodos del general Rafael Reyes. Durante el Quinquenio, cuestionó la visita a Colombia del secretario de Estado norteamericano, señor Root, por lo cual Reyes envió a sus hombres para castigar al rebelde, pero no lo encontraron.
El arzobispo de Medellín le advirtió a Reyes que esta persecución podría no serle favorable, y Reyes se contentó con que Ospina declarara que no deseaba perturbar la paz del país. Ospina permaneció un año por fuera del país, y cuando regresó, el laboratorio de análisis químico Ospina Hermanos (que había fundado con su hermano Tulio en Medellín, en 1880, para el servicio público), se convirtió en club político contra el régimen de Reyes. A su caída, Ospina ocupó el puesto de Jorge Holguín en la Asamblea Nacional Constituyente, y participó en la junta política que eligió a Carlos E. Restrepo como candidato a la Presidencia.
Fue embajador en Estados Unidos en 1910, pero fue removido del cargo debido al incidente conocido como "el caso Knox": consultado Ospina por el gobierno norteamericano sobre una posible visita del señor Philander Knox, secretario de Estado, a Colombia, Ospina respondió que sería vista con mucho malestar, a causa de los recientes sucesos de Panamá. Pasó luego a la Embajada de Colombia en Bélgica y Holanda. De regreso en Colombia fue elegido a la Cámara de Representantes en 1913, desde donde trabajó por la unificación del partido conservador. Durante el gobierno de Marco Fidel Suárez, fue primer designado y luego gobernador de Antioquia, desde el 18 de septiembre de 1918 hasta el 12 de abril de 1920. Allí se distinguió por su habilidad administrativa, que le abrió las puertas a la Presidencia de la República; agilizó la construcción del Ferrocarril de Antioquia y la ampliación de la Escuela de Minas, y desarrolló programas para la protección de la infancia.
En 1922, Pedro Nel Ospina se postuló como candidato único del conservatismo para la Presidencia, contra el candidato liberal general Benjamín Herrera. El 7 de agosto de 1922 se posesionó, y su principal preocupación fue modernizar e industrializar el país. Cuando llegó a la Presidencia, el caos estaba en todos los sectores de la vida nacional y la incipiente clase obrera trataba de organizarse. Su lema fue "probidad y eficiencia", concentrando su interés en el manejo de los fondos públicos. Su programa se basaba en el trabajo unido de los distintos estamentos para el beneficio común, en la pureza del sufragio y en la metódica orientación de la función estatal hacia las necesidades esenciales.
Ospina fue el primer presidente del mundo que empleó el avión para misiones oficiales, al viajar, poco después de electo, entre Puerto Berrío y Girardot. El presidente Ospina desarrolló las vías de comunicación con los dineros de la indemnización que pagó Estados Unidos por la separación de Panamá, y con el crédito extranjero; esta época se conoce como "La Danza de los millones". Marcó las pautas para el desarrollo del país a partir de un plan de obras públicas, bajo la dirección de sus dos ministros del ramo, Aquilino Villegas y Laureano Gómez.
Los ferrocarriles recibieron un gran impulso, posibilitando con ello el progreso del país; de los 900 kilómetros que había de línea férrea, pasó a 1500, y hacia 1930 había 2700 kilómetros, con los que se pudieron incrementar las exportaciones de café. Construyó el Ferrocarril del Pacífico y firmó el contrato para la construcción del muelle de Buenaventura. Favoreció la aviación comercial, con la constitución de la empresa colombo-alemana CSADTA, primera compañía de aviación en América Latina, que, junto con el uso del correo aéreo, permitió una mayor integración del país a la economía mundial. Construyó el oleoducto Barrancabermeja-Cartagena, inaugurado en junio de 1926. Creó el Banco Agrícola Hipotecario. Mejoró la preparación científica de los oficiales del ejército trayendo una misión suiza.
Trajo una misión pedagógica alemana, compuesta por Anton Etiel, Carl Deckers y Carl Glockner, para reformar la instrucción pública en 1924, pero la reforma no llegó a efectuarse a cabalidad por la oposición de que fue objeto, entre otras por el clero; el proyecto contemplaba reformas de la primaria, la secundaria, el magisterio, la universidad y el mejoramiento de la remuneración de los profesores para profesionalizar la enseñanza. Aunque el Congreso no estudió siquiera el proyecto de ley, durante el gobierno de Ospina se acrecentó la instrucción pública. Reglamentó el ejercicio de la dentistería y el servicio de higiene pública; compró el Laboratorio Samper-Martínez, que no prosperó; inauguró el edificio para el Laboratorio Nacional de Higiene, dirigido por el doctor Pablo García Medina; y mejoró los lazaretos construyendo acueductos, carreteras, plantas físicas y aumentando las raciones para los enfermos. Uno de los principales actos de gobierno fue haber traído la misión de expertos extranjeros financieros, dirigida por Edwin Walter Kemmerer, que llegó al país en 1924 y organizó el Ministerio de Hacienda y de Crédito Público para la recaudación de rentas e impuestos y la regulación de gastos; y creó la Contraloría General de la República.
Fruto del trabajo de la misión Kemmerer fueron las reformas y el desarrollo de las finanzas aprobadas por el Congreso Extraordinario de 1923, entre las cuales estaba la fundación del Banco de la República y la estructuración del organismo económico nacional; la ley de fuerza restrictiva del presupuesto, que cimentó el crédito del Estado; la creación del Departamento de Contabilidad y la Contraloría, así como de establecimientos bancarios e instrumentos negociables que regularon y fomentaron una parte de la actividad comercial; y la ley de impuesto sobre la renta, que dio un mejor carácter a los recaudos y desahogó el fisco. Pedro Nel Ospina también se preocupó por las relaciones exteriores; en 1924 restableció las relaciones con Panamá y firmó los límites definitivos entre las dos naciones; y fijó los límites terrestres con Venezuela, que se habían empezado a discutir en la administración Concha. Reorganizó los ministerios: Correos y Telégrafos, Gobierno, Guerra, Hacienda y Crédito Público, Industrias, Instrucción y Salubridad, Obras Públicas y Relaciones Exteriores.
El gobierno de Ospina se preocupó por mantener la paz y generar trabajo, significó el paso de la sociedad típicamente agraria a la relativamente industrializada. Cuando dejó la presidencia, Ospina se había transformado de general en un gran estadista. Sin embargo, las obras que emprendió, gracias a los empréstitos exteriores, aumentaron mucho la inflación, hasta el punto de Llegar a producir una crisis que trajo la desvalorización de la propiedad y la ruina de muchos. Ospina dejó el gobierno con graves problemas económicos. Los liberales, que no participaron en su gobierno según lo acordado en la Convención de Ibagué, tampoco presentaron candidato en 1926. Así, Miguel Abadía Méndez fue elegido sin contendor para el período presidencial 19261930. Después de la presidencia, Pedro Nel Ospina recordó los tiempos en que tanto amó la literatura y al poeta Gregorio Gutiérrez González. Elegido diputado por el norte de Antioquia, no pudo asistir a la posesión del cargo, sólo asistió a la Asamblea el 28 de marzo. Debido a su grave enfermedad, el gobernador de Antioquia mandó suspender los preparativos para los carnavales. Murió el 1 de julio de 1927 en Medellín.
Casado con la señora Carolina Vásquez Uribe, su prima hermana, su familia estuvo constituida por sus hijos Pedro Nel, Luis, Manuel y Elena. Mantuvo una preocupación por conservar la integridad familiar, y supervisó directamente la educación de sus hijos, a quienes llevó a Europa en varias ocasiones a complementar los estudios que habían realizado en Colombia. De este grupo familiar se destacan Luis Ospina Vásquez, intelectual y erudito antioqueño, quien siempre mantuvo un vivo interés por las ciencias sociales; a él se debe la creación de la Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales (FAES), con sede en la ciudad de Medellín; y Elena Ospina Vásquez, quien perteneciendo a esta acaudalada familia, hizo votos de pobreza y realizó numerosas obras sociales.

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