Construido en 1620, el Convento de Santo Ecce Homo es hoy un hotel administrado por la comunidad de los padres dominicos, que lo restauraron hace tres años.
Es conocido como el 'Monumento universal del silencio', pues se localiza en un valle apacible, solitario y semidesértico. Tomó el nombre del cuadro de Jesucristo o Santo Ecce Homo (he aquí el hombre), logrado en Roma en 1527 y traído por un soldado en la época de la conquista.
El lugar es ideal para conferencias, seminarios, retiros espirituales, eventos culturales y descanso. Allí se encuentra el Museo del Espacio y se construirá un observatorio astronómico, al parecer el más grande de Colombia.
La casona colonial, adornada con fósiles de la región incrustados en las paredes, tiene dos capillas doctrineras, cuadros religiosos originales y un cementerio antiquísimo con cruces talladas en piedra.
El convento del Ecce Homo fue fundado por los dominicos el 15 de marzo de 1620 un Domingo de Ramos, como centro de evangelización y casa de reposo alejada de los nucleos urbanos, donde se pudieran recluir, con el minimo de costos, los frailes de edad avanzada. La arquitectura religiosa siguio los patrones establecidos por los españoles durante largos periodos. El tipo de conventos que se encuentran en nuestro pais responde a la implantacion y repeticion de unos tipos especificos, con pequeñas variaciones en los materiales utilizados. Este tipo de "convento" se describe de la siguiente manera: una iglesia adyacente a un patio rodeado de las alas para el alojamiento y un claustro cercado por una serie de corredores cubiertos que dan hacia un patio interior. Los conventos alejados de la urbe, como este, son escasos, pues generalmente se construian en las ciudades en grandes areas de terreno, donde se incluia el huerto y un solar para la manutención de los animales domesticos.
La similitud de los paisajes de la regiin con algunos parajes de Castilla y Andalucia y el clima tan particular se convirtieron en un factor importante para la elección del lugar, y para tal efecto fueron donados los "aposentos" por el señor Juan de Mayorga. El trazado general se hizo con los planos dibujados "a mano alzada" por los padres Prior Fr. Juan de Castro Rivadeneira y Esteban Santos, aunque diferentes maestros y arquitectos trabajaron a lo largo de los 45 años de su construcción.
La escasez de ladrillo en la región obligó a utilizar piedra en su fabricación, lo que explica la apariencia dura de la arquitectura exterior del convento. Entre 1658 y 1661 se levantó la iglesia, bajo la supervisi�n de Sim�n de la Cruz y Crist�bal Morales. La planta de la iglesia, la que se cree iba a tener mayor tamaño, es de gran sencillez y mediante un arco toral se divide el espacio para separar la nave del presbiterio. El claustro, como es comun en los de la orden dominica, esta formado por cuatro galerias que abarcan el cuadrilatero del patio y posee una arqueria de columnas "dorico-toscanas" de elegante modulación espacial.
Al parecer la construcción de la fachada de la iglesia se hizo a principios del siglo XIX, influenciada por un sentido "anticlasico". Una desafortunada restauración privó al templo de su fachada principal, trabajada en yeseria y ladrillo recubierto con cal, tambien se perdió en esta su revestimiento y lenguaje decorativo. Los detalles ornamentales y constructivos, en especial el arco toral, las techumbres de par y nudillo y los lienzos de muro plano sin molduras, se consideran como el ultimo florecimiento del arte Mudejar en la Nueva Granada.
El conjunto está compuesto por tres elementos importantes o espacios principales, el cementerio (el cielo), la iglesia (Dios) y el claustro. La iglesia conventual del siglo XVII de proporciones en planta 1:3 conforma el volumen principal, con capilla lateral añadida a finales del mismo siglo; se destaca en este espacio el artesonado de concepción mudéjar. Presenta antecapilla o capilla abierta en el acceso de la nave. El cementerio esta oculto tras un muro, al cual se accede por medio de una portada con el escudo de la comunidad. El claustro se desarrolla sobre el costado de la epístola, formado por cuatro galerías de diversas longitudes, que abarcan el cuadrilátero del patio.
El sistema constructivo del conjunto es una estructura de gruesos muros de piedra y ladrillo, columnas de piedra talladas en una sola pieza, que soportan una armadura de madera sobre la cual va la cubierta.
En el interior todos los muros son pañetados y pintados de blanco; en el exterior por el contrario los muros están al descubierto, mostrando su fábrica de ladrillo y piedra. Los marcos de puertas y ventanas son de madera con barrotes en hierro. Los pisos del templo y los corredores del claustro son de ladrillo y tablón cocido.
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