29 may 2011

Sincé

San Luis de Sincé en un municipio ubicado en la sabana del departamento de Sucre a 30 km al sureste de Sincelejo. Tiene una Temperatura media de 30 ºC y sus principales actividades económicas son la agricultura, la ganadería y el comercio. Fue fundado el 10 de noviembre de 1775 por Antonio de la Torre y Miranda. Actualmente cuenta con un hospital local de nivel I, llamado: Hospital Local de Sincé Nuestra Señora del Socorro, y con una Fototeca Municipal.
A la llegada de los españoles en 1533 al interior de lo que después se llamó provincia de Cartagena, Sincé ya existía con este nombre, que correspondía al nombre del jefe de la tribu o cacique. Pero no formaban una población como los actuales sino que moraban en bohíos dispersos en las colinas que se encuentran en la región que todavía hoy conoce con el nombre de Sinceviejo.
Durante el régimen de la encomienda esta situación no varió pues las costumbres tradicionales de los indígenas variaron muy poco ya que a los españoles les estaba vedado convivir y avecindarse en las regiones en encomienda. Al terminarse ésta en 1630 o 1640 probablemente comenzaron ya a establecerse en el territorio los colonos españoles que se dedicaban a la agricultura y ganadería.
Hay la creencia general que cuando llegó don Antonio de la Torre al sitio de Nuestra Señora de Sincé en él solo había indios, solamente los indígenas eran los causantes de los frecuentes desordenes y únicamente estos fueron trasladados y reunidos en el actual casco urbano. Y esto no es cierto, pues ya la población indígena que por estos contornos nunca fue numerosa, en esa época era más escasa aún.
A los indígenas se fueron incorporando grupos de colonos españoles que casi siempre eran aventureros o militares de tan extraordinario contextura física que les permitió sobrevivir los rigores y adversidades de aquellas expediciones. Entre estos españoles venía una buena cantidad de prófugos o condenados que así tuvieron una alternativa para rehacer su vida y borrar su pasado delictivo.
Lo cierto es que poco después de su llegada se inició la mezcla de sangre india y española, pues los primeros contingentes eran en su totalidad masculinos, y se multiplicaron rápidamente, a pesar de que se prohibió y en varias ocasiones hasta llegó a castigarse, el hecho de mezclar la sangre española con la indígena. Pero estas medidas no lograron imponerse ni impedir la naciente tendencia y fue así como se consolidó la mezcla de las dos razas.
Ya vimos como el 9 de diciembre de 1766 existían en Sincé, nueve años antes de su traslado a su actual emplazamiento, varios ganaderos con un número en reses ya de alguna consideración. Sobre todos los herederos de Jerónimo Jiménez, con 600 lo cual nos está indicando - el número y la calidad de ser herederos- que esta ganadería venía de muchos años atrás, y que los españoles ya se habían establecido en Sincé tal vez desde mediados del siglo XVII, al terminar la encomienda de Diego de Mesa.
Así constituía la población dispersa del sitio de Nuestra Señora de Sincé, recibió la visita de don Antonio de la Torre y Miranda. Según el historiador José P. Urueta, Sincé, fue el decimoséptimo pueblo visitado por el ilustre colonizador. Se ignora en qué fecha llegó a Sincé, pues él en su informe a las autoridades españolas no informa sobre las fechas en qué fue fundando o trasladando las nuevas poblaciones.
Los españoles daban a las aldeas que encontraban el nombre del santo que correspondía al día del descubrimiento o al día en que hacían traslado de la población a un nuevo sitio. Generalmente dejaban el nombre con el cual ya se conocía le agregaban el del santo correspondiente. En el caso de Sincé, ya vimos que antes de su traslado se denominaba la parroquia con el nombre de Nuestra Señora de Sincé", pero al ser trasladado don Antonio de la Torre le dio el nombre de "San Luis de Sincé" lo cual indica que fue realizado tal acto histórico el día de San Luis.
La leyenda habla del acoso a que se veía sometido Sincé por un grupo de sanguinarios bandidos, apodados "Los Colorados", que dejaban un manto de luto y terror por las poblaciones por donde pasaban. La población, que para ese entonces contaba con más de 500 familias, estaba aterrorizada y en expectativa con el día de la inminente llegada de estos malhechores. Llegado el día de la toma del pueblo los centinelas escucharon, a lo lejos, los gritos e improperios de la horda que se dirigía al poblado. Todos los habitantes se conglomeraron en la plaza principal con el objetivo de hacer la defensa de su tierra. Sucedió entonces que a la altura del arroyo de Sincé, en una época de mucho verano, el arroyo, seco para ese entonces, se desbordó en su cauce intempestivamente, de igual forma en la orilla que daba al pueblo una mujer resplandeciente se paseaba de un lado a otro. Esto causó el pánico en la turba de forajidos los cuales se dieron inmediatamente a la huida. Los centinelas que presenciaron el milagroso hecho regresaron al poblado narrando el suceso a los demás habitantes quienes con vítores daban gracias a Dios por el milagro y por haber enviado a la Virgen a socorrerlos. Desde entonces se aclama a la "Virgen del Socorro" como patrona de Sincé.


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